La prensa habla del restaurante
Plaka
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EL ESPECTADOR

Tiene menos de un año de haber iniciado actividades. Con una condición no muy común en Colombia: el chef es dueño, lo cual en Europa y especialmente en Francia es común.
Por otra parte el montaje, que supongo es aportado por la socia del chef, es espectacular, elegante y sobrio. El bar, muy acogedor. El menú es atractivo y presenta platos donde la guarnición es importante, cada plato está compuesto por elementos culinarios importantes. Evidentemente hay una intensión sana de conseguir un plato con diferentes componentes que armonizan.
La carta cuenta con 11 entradas frías, contando tres ensaladas, y precios entre .000 y .900. Entre éstas llama la atención el “Salmón gravad sobre carpaccio de remolacha, salsa de raíz picante, caviar y nueces del nogal”. Hay 10 entradas calientes, con precios entre .000 y .000. Siete carnes, sólo llaman la atención las guarniciones, que no son las que encontramos normalmente en los restaurantes bogotanos. Los precios son altos y van de .000 a .000 por un rack de cordero con musaka sobre hierbabuena (muy Oriente Medio). Cinco aves: pollo, cornish hen, pato y la mezcla, para mí sin sentido, de carne y langosta que llaman “Surf and turf”. Seis pescados y mariscos entre .000 y .000 y que, ellos insisten, acaban de llegar de la costa sin congelar.
En un restaurante “bueno” esperamos una carta interesante, hecha con creatividad y una buena ejecución. Como en la música: un buen programa, una buena partitura, un buen conjunto musical y un buen director, que es el chef. Puede que el chef no sea un gran compositor, pero esperamos que consiga buenas partituras y hasta le toleramos “actos creativos” de menor trascendencia. Así tenemos buenos restaurantes armados con platos de moda, actuales, modernos o viejos y sólo esperamos un buen intérprete.
Empezamos con “la canasta de pasta phylo rellena de queso de cabra con manzana, nueces caramelizadas y chutney de uchuva” (que no era chutney). La entrada caliente es un buen intento, el dulce de uchuva, empalagaba, bastaba con una fracción del servido para mi gusto. Seguimos con “lomo de res con polenta y puntas de espárrago sobre una salsa de queso”. Resultado: un pedazo de lomo cocido a la parrilla o al horno sin mayor expertise, con una salsa de queso, sin pena ni gloria; la polenta estaba salada en exceso. “Pato en dos diferentes preparaciones: emince de pato en salsa de pimienta verde y pechuga glaseada con miel de sauco”. El emince estaba bueno, tal vez demasiada pimienta verde y la reducción de miel de sauco, muy buena. Pero el risotto que lo acompañaba, ¡condenada mi suerte!, estaba crudo, no han entendido que es al dente, hubo que devolverlo. A regañadientes lo trajeron mejor después de un rato. Preguntamos por el chef y no estaba. El ausentismo de los chef suele ser fatal.
En cuanto a la ejecución, encontramos personalmente nuestras dudas, realmente, no hay el esmero y el don que convierta el plato en una buena pieza gastronómica, o, se los llevó el chef.
D. Buenavida 15/05/2010
Capacidad y eventos privados
Capacidad : 100 personas
Terraza : 20 personas
Salón privado : de 10 a 25 personas
Servicios del restaurante Plaka

Acceso para discapacitados

Al aire libre

Terruños diversos

Chimenea

Conductor elegido

Parqueadero / valet parking

Romántico

Salón privado

Servicio continuo

Sistema de reservas

Wi-Fi
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