Al preguntarle sobre la cocina que ofrece María, el chef Alejandro Ramírez responde: “Cocino lo que me encanta comer”— y a sus clientes también. El menú se inspira en los viajes del chef; filetes de pescado fresco, mariscos, risottos y productos locales, hechos con ingredientes frescos que reciben a diario. Las mesas de madera, pisos de Pompeyay sus refrescantes y coloridas obras de arte, le dan a este lugar un ambiente casual y relajado. Una verdadera joya dentro de la Ciudad Amurallada.
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