En tierra de flores y sol amable, surge un lugar como expresión de un sueño lejano de Andrés y Stella. La segunda nave que parte desde la sabana cundinamarquesa con ganas de explorar nuevos rumbos. Las montañas se abrieron paso para recibir a Andrés Medellín, hogar de la jarana constante, la generosidad antioqueña y eso manjares paisas que han cruzado fronteras. Cada día y cada noche, locales y extranjeros se reúnen con gozo en este universo de alegría y abundancia. Bienvenidos los amantes de la cocina colombiana, aquellos que desean regalarle nuevas experiencias a su paladar y llevarse una mochila atiborrada de historias por contar.